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miércoles, 8 de junio de 2022

Historia, propiedades, beneficios y recetas con vino

Se puede decir, presintiendo un aprobamiento generalizado por parte de una mayoría de autores, que la historia vinícola está íntimamente ligada a la evolución histórica de la humanidad.

copa de vino

Son muchos arqueólogos los que afirman con sus investigaciones que la aparición del vino data en torno al año 6000 a. C., coincidiendo así con el apogeo de la cultura egipcia y otorgando una vez más un poderoso descubrimiento a nuestros queridos antepasados ya mencionados. Poderoso, como hemos dicho, ya que el vino está formado por una serie de componentes y está sometido a una serie de procesos los cuales otorgan a esta ansiada bebida unas características especiales conocidas también como los poderes del vino.

Origen del vino

El vino era conocido por todos los pueblos antiguos. La revelación de su elaboración se atribuye a Osiris entre los egipcios y a Donisios entre los griegos, mientras que la cultura hebrea asegura que fue Noé su descubridor. De aquí se puede deducir que el vino ha formado parte de numerosos ritos y reuniones desde tiempos inmemorables, siendo el protagonista principal de festividades griegas y romanas.

Los romanos aromatizaban sus caldos y durante la Edad Media la elaboración del vino fue propiedad de la actividad monástica, donde cada monasterio poseía su propio viñedo y obtenía de este modo los vinos litúrgicos, de tal manera que se consideran a los monjes como los precursores de la vinicultura moderna.

Hacia el siglo XVI la vinicultura se practicaba ya ampliamente en Francia, la cual figura desde entonces como uno de los países más caracterizados por la elaboración del vino; es así como está registrado en la época del Renacimiento la notable aparición del vino espumoso Don Perignon, que debe su nombre al monje benedictino que lo creó (1638-1715).

Características del vino

El vino es una bebida alcohólica formada por la fermentación de la uva y su nombre proviene de la variedad "Vitis Vinifera". Las características del vino las dan tres factores básicos y fundamentales en su elaboración, como son: clima, suelo y topología. Son tan elementales que bien es sabido que una misma uva cultivada en suelo distinto o sometida a condiciones climáticas diferentes da como resultado una producción vinícola totalmente diferente. Resulta obvio decir que los cuidados otorgados por los cuidadores de los viñedos también forman un pilar característico en la posterior elaboración.

Los vinos se distinguen por su color (blanco, tinto, rosado) y por su bouquet o aroma, y se clasifican en comunes, espumosos, generosos y aromáticos. El carácter dependerá de cuatro factores: clase de vid, suelo, emplazamiento del viñedo y método de elaboración. Los vinos toman su nombre generalmente de las regiones que lo producen.

Beneficios del vino

Científicos del CSIC han descubierto que el vino contiene fibras dietéticas y saludables.La demostración ha sido posible gracias a un nuevo sistema de detección desarrollado por el equipo de investigadores. Estos compuestos que son beneficiosos para nuestra salud, se encuentran principalmente en la piel de la uva, las semillas y la levadura resultante del proceso de vinificación.

El tercer compuesto mayoritario del vino es la fibra, por detrás del alcohol y del agua. Todos los resultados han sido publicados en el último número de American Journal of Enology and Viticulture, prestigiosa revista del sector, que les ha hecho merecedores de una mención especial a su trabajo y descubrimientos.

Durante el proceso de experimentación se han analizado muestras de vinos de La Mancha blancos y tintos, Riberas del Duero, Riojas, Rueda y Penedés, tras lo cual se ha llegado a la conclusión de que el contenido fibroso es de 1 gramo por litro en los vinos tintos y de 0,3 gramos por litro en los vinos blancos siendo un Jumilla con 1,5 gramos por litro el de mayor contenido en fibra dietética.

Estudios realizados previamente han demostrado que los polifenoles poseen propiedades cardio-saludables que guardan relación directa con algo que ya se conocía con anterioridad, el consumo de vino de forma moderada, un vaso y medio al día, gracias en gran medida a la capacidad que poseen para la eliminación de radicales libres y a los efectos antioxidantes que tiene.

Las fibras dietética detectadas en los vinos están compuestas por polisacáridos no digestibles que como ya hemos dicho, se encuentran en la piel de la uva, sus semillas y en las levaduras de vinificación. Las cantidades de su composición varían en función del tipo de uva y los procesos de elaboración, según nos explican los investigadores. La detección de esta serie de fibras dietética supone la presencia de nuevos compuestos bioactivo saludables en los vinos beneficiosos para nuestra salud.

Estas fibras dietéticas las encontramos en los alimentos vegetales y no son digeribles por los seres humanos, pero tiene un papel importante en nutrición. Los vegetales poseen dos tipos de fibras, insolubles y solubles, en distintas proporciones. El mayor déficits de fibras en las dietas de países industrializados como el nuestro son de formas solubles. Las fibras encontradas en el vino examiando por el equipo de cientificos son del tipo soluble.

Receta con vino

Merece especial importancia hacer honor a un famoso y exquisito plato sin cuyo ingrediente que todos ponemos imaginar sería imposible alcanzar su sabor tan peculiar y característico; qué mejor manera de acabar este artículo que recordando una típica y sabrosa receta española de tiempos inmemorables conocida como "Conejo a la Cazadora".

Ingredientes: 50 gr de harina, medio dl de vino blanco, 1 diente de ajo, 100 gr de cebolla, 45 gr de tomate, 1 ramillete de laurel (tomillo y perejil), 200 gr e conejo, 100 gr de setas (o champiñones), 1 dl de aceite y ½ de caldo.

Preparación: Desollar, limpiar y trocear el conejo, sazonarlo con sal y pimienta. Calentar el aceite en la cacerola, ir dorando el conejo por tandas, sofreír la cebolla y el ajo picados, añadirle los trozos de conejo, espolvorearlos con harina, dejar sofreír ligeramente. Añadirle el tomate pelado, sin semillas y picado, dejar sofreír unos minutos y agregarle el ramillete, el vino blanco y el caldo y dejar tapado dependiendo de la dureza del conejo una hora o más a fuego lento. Añadirle las setas o champiñones y dejar cocer unos minutos más. Espolvorear con perejil picado al servir.

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