Se puede decir, presintiendo un aprobamiento generalizado por parte de una mayoría de autores, que la historia vinícola está íntimamente ligada a la evolución histórica de la humanidad.
Son muchos arqueólogos los que afirman con sus investigaciones que la aparición del vino data en torno al año 6000 a. C., coincidiendo así con el apogeo de la cultura egipcia y otorgando una vez más un poderoso descubrimiento a nuestros queridos antepasados ya mencionados. Poderoso, como hemos dicho, ya que el vino está formado por una serie de componentes y está sometido a una serie de procesos los cuales otorgan a esta ansiada bebida unas características especiales conocidas también como los poderes del vino.