¿Qué es una fruta climatérica?
Muchas frutas como los plátanos, las peras y las manzanas maduran después de ser recogidas, momento en el cual aumenta su producción de etileno, la hormona vegetal que se encarga de estimular la maduración.
El climaterio no es otra cosa que una fase caracterizada por una gran intensidad respiratoria que se produce en las frutas climatéricas, motivo por el cual tienen ese nombre. La cosecha de estas frutas debe realizarse justo antes de la llegada del climaterio, momento en el cual deben almacenarse en condiciones específicas y bajo control para parar el proceso de maduración.
Fecha de maduración de las frutas climatéricas más conocidas
Plátano. Madura durante todo el año. Cuando está verde la pulpa es insípida, áspera, sin jugo y dura. Para acelerar su maduración podemos juntarlo con otras frutas en proceso de maduración como manzanas y peras. Si los conservamos en la nevera la piel se ennegrecerá aunque la pulpa seguirá en perfecto estado.
Albaricoque. Madura entre mayo y agosto. Para que vayan cogiendo sabor cuando están verdes, deben conservarse de dos a tres días a 20 grados centígrados. Si los juntamos con unas manzanas su maduración se acelera. Después de maduros deben conservarse en el frigorífico.
Melocotón. Madura entre mayo y septiembre. Su aspecto cuando está verde es lanoso pudiendo dejarse unos dos días fuera de la nevera a temperatura ambiente. De esta manera no se incrementa su sabor dulce pero sí que mejorará su gusto, sabor y olor. Cuando toma un color amarillento es señal de que el melocotón está listo para su consumo.
Ciruela. Madura entre junio y agosto. Si están verdes pueden dejarse madurar fuera de la nevera a temperatura ambiente. Aunque su sabor no será más dulce su piel sí que estará más banda. Una vez maduras conviene consumirlas en dos o tres días.
Sandía. Madura entre junio y agosto. Si la cascara tiene alguna mancha blanca es indicativo de que no está todavía madura, esa es la parte que ha estado apoyada en la tierra mientras la fruta crecía. Una forma de identificar si una sandía está madura es situarla junto al oído presionando un poco con los dedos, la pulpa de la sandía debe crujir.
Melón. Madura entre junio y septiembre. Cuando está madura debe parecer pesado si nos fijamos en su tamaño y oler bien aunque el olor no debe ser muy fuerte como a medicina (si es así será señal de que está sobremaduro). Otra forma de comprobar si un melón está pasado es sacudirlo y si oímos un chapoteo querrá decir que está pasado.
Aguacate. Madura entre junio y octubre. Esta fruta cuando está madura y en su punto debe tener un tacto blando al presionarla ligeramente. Si viene con rabo y este se desprende fácilmente también es síntoma de que el aguacate está maduro.
Pera. Madura entre julio y noviembre. Su calidad mejora cuando se recolectan ligeramente verdes. Para que maduren pueden dejarse durante al menos una semana a temperatura ambiente y si se quiere que la maduración sea más rápida pueden ponerse junto a otras frutas que también estén madurando.
Manzana. Madura entre agosto y enero. Cuando se encuentra en el momento óptimo de ser consumidas, la piel solo se arruga de forma muy ligera al presionarla y la carne es firme. En caso de que se recolecte muy verde el proceso de maduración se puede acelerar si se aumenta la temperatura de conservación.
Tomate. Cuando están verdes no deben conservarse en la nevera. Si queremos que maduren deben mantenerse a temperatura ambiente y protegerlos de la luz (la luz convierte la clorofila en pigmentos rojos dando la sensación de que el fruto ha madurado cuando esto no es realmente cierto).
Chirimoya. Madura entre octubre y diciembre. Su punto de maduración óptimo llega cuando su piel, sin llegar a ponerse blanda, está tierna. A medida que madura la piel se va ennegreciendo y reblandeciéndose, además la pulpa pasa del blanco a un color más amarillento o amarfilado.
Kiwi. Madura de octubre a marzo. La maduración de esta fruta es muy lenta. Una forma de acelerar su maduración es guardarla junto a otras frutas en proceso de maduración durante algún tiempo (una semana debería ser suficiente). Para conservarlos una vez maduros deben almacenarse en la nevera a cuatro o cinco grados centígrados, de esta forma durarán en perfectas condiciones uno seis o siete días.
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