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martes, 30 de octubre de 2012

Gelatina de vino tinto con albaricoque

La gelatina, como ya sabréis, es una gran fuente de proteínas. A los niños les encanta la gelatina de sabores, como la de fresa, naranja, manzana, limón, etcétera. Además, tiene unos colores muy llamativos y esto resulta muy atractivo para ellos. Pero también existe en el mercado la gelatina neutra o también llamada “cola de pez”, y es ésta la que más juego nos da a los adultos en la elaboración de nuestros platos, pues podemos darle el sabor que más nos interese ya sea dulce o salado.

Vino tinto de Valdepeñas

El vino por su parte, tiene propiedades muy saludables para nuestra salud, siempre y cuando se consuma moderadamente. Contiene unas sustancias llamadas polifenoles que tienen propiedades antioxidantes. Los polifenoles más conocidos son los flavonoides y los estilbenos (resveratrol).

Por otro lado, saber que vino elegir para cada ocasión o como hemos de servirlo, es todo un lujo, pero nada complicado, de hecho, está al alcance de todo aquel que tenga un poco de curiosidad. Sin ir más lejos, Vinos Valdepeñas nos ofrece en su web algunos consejos prácticos que seguro le vendrán bien a todos aquellos que no controlen mucho del tema. Además, en su página de Facebook, los apasionados del vino intercambian impresiones a la vez que estupendas formas de cocinar con este maravilloso elixir.

Y ahora os vamos a dar una receta muy fácil de hacer para poner un poco de glamour y nota de color a cualquier festividad. Sería estupendo que os hicierais con unos moldes de silicona para repostería, que ahora mismo podéis encontrar fácilmente en cualquier gran superficie, con alguna forma sugerente como por ejemplo con forma de rosa, racimo de uvas o algo así, pues la presentación de esta sencilla receta le puede dar un toque muy elegante y pareceremos verdaderos expertos en esto de la cocina.

Gelatina de vino tinto con albaricoque/p>

Ingredientes

  • 1 litro de vino tinto.
  • 400 gramos de orejones de albaricoque.
  • Azúcar a gusto.
  • Una ramita de canela.
  • Dos sobres de gelatina neutra Royal o similar.

Elaboración

En primer lugar, introducimos el molde o los moldes en el congelador para que estén fríos. Podemos hacer la gelatina en un solo molde para servir a cada comensal una porción, o poner moldes individuales. Nos gustan los moldes de silicona pues a la hora de desmoldar es mucho más fácil.

En un cuenco vaciamos el contenido de los dos sobres de gelatina y reservamos.

Lavamos bien los orejones y partimos en trocitos como de un centímetro aproximadamente, pues al macerarse en el vino estos se hinchan y su tamaño aumenta.

Apartamos una taza de vino y lo metemos en el frigorífico para que esté bien frio.

Ponemos el vino junto con el azúcar y los orejones y la canela en una cazuela al fuego y llevamos a ebullición. La cantidad de azúcar dependerá de si os gusta más o menos dulce, podéis ir echando y probando hasta que coja el punto que deseéis.

Dejar enfriar esta mezcla y que los orejones vayan macerando en el vino.

Una vez bien hidratados los orejones, escurrirlos y apartarlos del vino. Volver a calentar el vino y llevarlo de nuevo a ebullición. Entre tanto sacamos la tacita de vino de la nevera y la mezclamos bien con la gelatina que habíamos puesto en el cuenco.

Una vez haya hervido el vino, apartamos y vamos mezclando bien con la gelatina a la que previamente habíamos añadido la taza de vino fría.

Mezclamos bien para que no se formen grumos y sacamos el o los moldes del congelador.

Echamos una capa de gelatina intentando que se recubran tanto el fondo como las paredes del molde.

Metemos los moldes en el congelador para que se enfríe rápido y solidifique la primera capa de gelatina.

Sacamos los moldes del congelador, ponemos unos trocitos de los orejones que habíamos apartado, echamos otra capa de gelatina y volvemos a meter en el congelador, y así haremos tantas veces como capas queramos conseguir y cantidad de albaricoque queramos poner.

Una vez terminado nuestro molde o moldes en su caso, bastarán dos horas en la nevera (no en el congelador), para que esté listo. A la hora de servir, desmoldamos y podemos adornar por encima con unas ramitas de menta.

Si os ha gustado esta receta, que es de “cosecha propia”, no dejéis de dejar vuestro comentario.

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