Además de su exquisito sabor que gusta a mayores y pequeños, el jamón serrano o ibérico lleva en su interior todos los beneficios de la dieta mediterránea. Esto es debido a que al no tener grasas saturadas, sus principios son muy similares a los del aceite de oliva, al igual que los beneficios para nuestro cuerpo como parte de una dieta sana y equilibrada.
El jamón ibérico dispone de grasas no saturadas y ácido oleico, lo que hace que su consumo de manera habitual proteja nuestro corazón y sea un alimento efectivo para la eliminación del colesterol; además es bajo en grasas y está compuesto por un 40% de proteínas, lo que hace que sea un sustituto perfecto para un filete de carne, siendo más saludable, con menos calorías, más sabroso y por supuesto, más sano para nuestro cuerpo.
Vitaminas y minerales en el jamón ibérico
Además, el jamón ibérico es rico en:
- Vitamina E: un potente antioxidante; si lo comemos con tomate natural, potenciamos y multiplicamos sus beneficios.
- Ácido Fólico: beneficioso para nuestro sistema nervioso.
- Rico en Cobre: esencial para los cartílagos y huesos.
- Vitaminas B1-B6-B12: necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cerebro.
Aporte calórico del jamón ibérico
En cuanto a su aporte calórico, es un alimento además de rico y apto para comer en cualquier momento del día, un alimento muy bajo en calorías en contra de lo que se pueda pensar; cien gramos de jamón de york aportan a nuestro cuerpo 210 calorías, frente a las 130 que nos aporta la misma cantidad de jamón serrano; el jamón serrano aporta menos calorías que la mayoría de las carnes, además de ser mucho más saludable y contener en su interior un mayor número de proteínas y ácidos beneficiosos para nuestra salud.
Elegir un buen jamón serrano ibérico
Para elegir un buen jamón, es importante saber que los jamones tienen motas blancas en su superficie, síntomas de una buena salud y alimentación del cerdo. El punto de sal es difícil de conseguir y es un factor importante a tener en cuenta, ya que como sabéis, un exceso de sal afecta a la obesidad y la hipertensión entre otros factores.
Un buen proceso de curación es la mejor pista que podemos tener a la hora de comprar un jamón rico y sabroso; este punto de curación exacto donde se eliminan grasas al jamón, se encuentra el punto de sal y se le da su ligereza y aporte nutritivo se consigue con experiencia, y es en las grandes marcas del mercado donde es casi imposible fallar en la elección. Además se harán cargo del cambio de nuestro jamón si tenemos la mala suerte de comprar uno salado.
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