En este artículos pretendemos daros algunos consejos y recomendaciones que debéis seguir a la hora de comprar y cocinar las patatas, ese alimento tan rico y básico que no todo el mundo conoce como debería.
Lo que debes saber sobre las patatas
Debemos comprarlas en supermercados o tiendas donde exista una buena rotación de los productos. Las bolsas de patatas es recomendable que sean opacas para que no dejen pasar la luz y dispongan de agujeros de aireación.
A la hora de comprar unas patatas, es recomendable comprar solo las que vamos a utilizar a lo largo de un periodo no demasiado largo. Aprovecharse de las ofertas y comprar mallas de patatas de muchos kilos porque salen mucho más baratas no es aconsejable si no consumimos patatas en grandes cantidades.
Las patatas deben guardarse en un sitio fresco y oscuro, pero nunca en la nevera ya que se deterioran y estropean debido a que en esta condiciones generan azúcares. A temperaturas situadas entre los dos y cuatro grados centígrados y si se almacenan en un sitio sin luz, aireado y seco, pueden conservarse en óptimas condiciones durante más de veinte días.
A la hora de consumirlas es conveniente pelarlas siempre, ya que en la piel de la patata se suelen acumular diferentes residuos (pesticidas, fertilizantes, antigerminativos, etcétera). Aunque las pelemos, siempre deberemos lavarlas muy bien para eliminar cualquier posible residuo. Las patatas se deben pelar justo antes de que vayamos a cocinarlas para que no se ennegrezcan (este ennegrecimiento lo produce la acción de una enzima, un ennegrecimiento que, de cualquier forma, no es perjudicial para la salud). Si las queremos pelar con antelación deberemos conservarlas en agua fría hasta que llegue el momento de prepararlas.
Hay quien aprovecha el agua donde se han cocido las patatas para cocinar otros platos. Esto no resulta aconsejable ya que dicho agua contendrá disueltos los residuos de las patatas.
Como seleccionar una buena patata
A la hora de elegir las patatas deberemos seleccionar aquellas que están sanas, enteras, consistentes, sin raíces o puntos germinados, sin tierra, y que no tengan regiones de color verdoso ni deformaciones importantes.
Puntos germinados: son los típicos brotes blancos que aparecen en las patatas viejas, contienen una alta concentración de solanina (la solanina, que se genera cuando las patatas quedan expuestas a la luz, es un alcaloide tóxico que produce trastornos digestivos). A la hora de quitarlos hay que eliminar también un centímetro de pulpa alrededor del mismo. Si la patata tiene demasiadas raíces lo más adecuado es tirarla.
Zonas verdes: hay que quitarlas ya que también contienen solanina.
Regiones podridas: si una patata está podrida deberemos separarla del resto de las patatas ya que puede traspasar el problema al resto. La podredumbre de las patatas puede estar originada por la acción de bacterias o mohos.
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