El aspartame (E-951) o aspartamo se trata del edulcorante más ampliamente utilizado en los alimentos. No obstante, desde que comenzó a utilizarse hace ya más de treinta años, existen dudas sobre su inocuidad para la salud, aunque lo cierto es que estas dudas existen más sobre los productos que resultan de su metabolismo que del propio aspartame.
Cuando es ingerido el aspartame, éste metaboliza en sus aminoácidos originales entre los que se encuentran el ácido aspártico, la fenilalanina y el metanol. Por ejemplo, el metanol se degrada resultando un formaldehído que es considerado por la Organización Mundial de la Salud como sustancia cancerígena, si bien es cierto que solo en concentraciones altas y como resultado de estar expuesto al mismo a través del ambiente.
Estas sospechas de que el aspartame podía provocar cáncer también se incrementaron durante 2005 y 2007 cuando la fundación italiana Ramazzini publicó un estudio que demostraba la aparición de tumores en ratas de laboratorios a las que habían suministrado aspartame.
No obstante, la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) ha analizado y revisado todos estos estudios. El de Ramazzini, por ejemplo, fue descartado por su diseño incorrecto, concluyendo que no hay ninguna relación causa-efecto entre el aspartame y el cáncer.
La conclusión final es que el aspartame, en las cantidades que se consume en la actualidad, se trata de un edulcorante totalmente seguro. La ingesta diaria admisible de aspartame es de 40 miligramos por kilo de peso corporal.
Así que ya sabéis, podéis utilizar este edulcorantes sin ningún tipo de problema, aún no tratándose de un alimento natural, su ingesta es saludable si no abusamos del mismo.
Por último emplazaros a que utilicéis los comentarios si estáis interesados en añadir alguna información relevantes u opinión sobre el aspartame.
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